La UPES en mi historia académica, yo en la historia de la UPES
María Alejandra Ruelas Sauceda
Al término de mis estudios en el bachillerato se me complicó poder elegir una carrera universitaria. Aunque mi primer pensamiento desde pequeña estuvo enfocado en el área de la salud, casi al egresar de la preparatoria mi decisión estaba entre Educación y Odontología, dos polos opuestos. Empecé por explorar el camino que me llevaría a ser dentista y entré a un curso de inducción donde me prepararía para entrar a la carrera de Odontología, pero después de unas semanas me di cuenta de que no era una profesión para mí.
Entonces opté por ir por otro camino y seleccioné la licenciatura en Pedagogía para ingresar en la Universidad Pedagógica del Estado de Sinaloa. Mis intenciones eran cursar una licenciatura en la que me formara como docente de primaria, sin embargo, justo en el año 2018, la licenciatura en primaria requería que los aspirantes tuvieran experiencia de al menos dos años frente a grupo, y yo no cumplía ese requisito.
Fue entonces que me hablaron de la licenciatura en Pedagogía, la cual se ofertaba por primera vez en la UPES. Me informaron de todos sus campos laborales y me dije: ¿por qué no? Me pareció una buena opción y la elegí a pesar de no tener una descripción concisa de en qué consistía la carrera. Si bien entré como en un juego a ciegas, a la expectativa, porque no sabía qué podría hacer como pedagoga, terminó por gustarme mucho y hoy soy una de las primeras egresadas de la que ha sido la generación número uno de la Licenciatura en Pedagogía del ciclo 2018-2022.
Más allá de hablar de mi acertada elección de una carrera que terminó por gustarme mucho, quiero narrar cómo en mi proceso formativo conocí mi verdadera vocación: la docencia. Aunque en un principio no tenía claro por cuál de los campos laborales me inclinaría y solo quería conocer la carrera, me di cuenta de que mi objetivo era estar frente a grupo, así que me fui encaminando hacia el campo docente; así, durante la licenciatura pude visualizarme cada vez con más claridad como maestra.
A pesar de mis pocos conocimientos sobre el área de la educación y la docencia, fui conociendo poco a poco cómo se desarrollaba la licenciatura con respecto a todos los campos educativos, y hoy me reconozco con una fuerte preparación y con las herramientas necesarias para ejercer la docencia en la educación primaria.
También quiero compartir algunas de las experiencias que viví a lo largo de mi paso por la UPES y que tuvieron fuerte impacto en otras esferas de mi vida, como la familiar. Entre estas experiencias se encuentra el cómo fue el camino educativo que me forjó para llegar a realizar el tan esperado egreso universitario.
Respecto a la esfera familiar, es importante preguntarse qué relación tuvo mi familia con mi formación universitaria. Primeramente, la fortaleza para terminar mi carrera universitaria me la dieron mis padres, sobre todo cuando llegaron a asaltarme las dudas, la incertidumbre, o cuando llegué a pensar en si debía continuar o no en la licenciatura en Pedagogía. Esas dudas se originaron en algún momento en el que veía cómo otras compañeras también dudaban, pues aún no se había fortalecido mi visión acerca de lo que podía hacer como pedagoga. En los momentos en los que tuve alguna caída, mi familia me ayudó a no rendirme. Mis padres me ayudaron a darme cuenta de que las limitantes las estaba poniendo yo y que, en realidad, como le ocurre a otras personas, a veces queremos abandonar aquello a lo que le tememos. En este sentido, mi familia estuvo ahí como un puente inicial para impulsar mi educación, para que no desistiera y avanzara hacia mi preparación académica, siempre con la idea de que la educación es nuestro pasaporte hacia el futuro, porque el mañana pertenece a la gente que se prepara para el hoy, como menciona Malcom. La escuela es el segundo escalón que te guía en la vida; el primero es la familia.
Por otro lado, mi experiencia escolar en la institución giró en torno al ambiente, a los maestros, a la convivencia entre los compañeros, a pensar colaborativa e individualmente, a comprender incluso lo que no sabía que necesitaría en mi vida profesional. La convivencia en la escuela me ayudó en el desarrollo de mi propia identidad, pues me hizo darme cuenta de que no solo estaba buscando un título de licenciatura, sino que me estaba encaminando a las puertas de la elección que me abriría paso en el mundo del conocimiento y los saberes que me servirían en cualquier contexto de mi vida.
Como Freire mencionó una vez: “La educación no cambia el mundo, cambia a las personas que van a cambiar el mundo”. Es por ello que en el transcurso de los cuatro años escolares me di cuenta de que me estaban preparando para aprender a aprender, no solo para la adquisición de conceptos, sino para algo que va mucho más allá del espacio en que se desarrolla un individuo, pues esto es solo la punta del iceberg.
Otra experiencia que valoro de mi paso por la UPES es la convivencia que se generó con los compañeros y compañeras. Probablemente son momentos fugaces, pero si tan solo tenemos una oportunidad de vivir esta trayectoria educativa es importante disfrutarla a lo máximo con la compañía de las personas adecuadas que te sumen aprendizajes y en los momentos indicados que te orienten por un buen camino. En esta esfera aprendí a disfrutar de la convivencia en el aula y fuera de ellas en los diferentes espacios de la UPES.
Probablemente los jóvenes que nos alejamos de las instituciones no estemos más dentro de estas experiencias universitarias, pues todo principio tiene un fin, de manera que tendré siempre presentes los momentos felices que viví en la UPES: una plática con un compañero o un docente y el apoyo que siempre me brindaron.
A pesar de que las experiencias tuvieron diferentes matices por el hecho de haber elegido una carrera que nunca antes se había ofertado en la UPES, me gusta saber que soy parte de esa primera generación, por lo que me digo a mí misma y las generaciones venideras que todo es mejor si te preparas, pues suerte es “cuando la preparación se cruza con la oportunidad” y es puesta en nuestro camino. A las generaciones futuras les digo: espero que aprovechen la oportunidad que les da la Universidad Pedagógica del Estado de Sinaloa en la licenciatura en Pedagogía y todas las posibilidades que tienen por integrarse al mundo laboral en el espacio que elijan.